sábado, 29 de octubre de 2011

Indeseables (don't call my name, alejandro)

Indeseables los hay en todos los sitios, eso está claro.
A esa conclusión llegaba ayer en el telediario cuando dieron las imágenes de un túnel, dónde un coche hacía una "pirula", el otro conductor se lo recriminó, y con otro coche complice, el coche infractor se fue a por el, le cerraron el paso y tras romperle la ventanilla del copiloto, le agredieron físicamente (rompiéndole dientes, nariz, etc..)
Esto no se puede tolerar, sin duda, y a veces realmente es una pena no tener un coche de la guardia civil detrás. Que por supuesto, estaría si te saltas un semáforo o haces un giro no permitido.

Pero también hay otros indeseables, que en vez de -afortunadamente- romper dientes o narices, se dedican al arte del peloteo hasta niveles enfermizos. Y bueno, si ellos son felices así y no hacen daño a nadie genial.
Sin embargo, entramos ahora en el mundo laboral, existe un tipo de pelotas muy peligrosos , que para ocultar que no hacen nada en su trabajo, espían a sus compañeros de trabajo y a la menor, sin decirles nada previamente, ni sin levantar sospecha, les "venden" a la menor ocasión por unas miseras monedas , dando así más énfasis en la ¿importancia? de su trabajo.

He estado pensando mucho en incluir estas líneas o no, pero creo que en internet todo el mundo que busque referencias debe conocer a este personaje: *****censurado******
Mayor hijo de p*** no puede haber, y se ha de tener mucho cuidado con él pues tiene pintas de inofensivo.. a mi prácticamente -y sin prácticamente- me jodió el curro.

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